Nuestro "Acerca de..."
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Estación Cine es un proyecto cultural que surgió de la iniciativa histórica del Dr. Sergio Luis Fuster y de un grupo de personas amantes del cine como arte, y expresión cultural e ideológica de los pueblos, y de sus artistas.
El proyecto fue dirigido en principio a difundir y promover a través de la investigación y la crítica, el acontecer cinematográfico local, nacional e internacional; como asimismo generar una mirada sobre su lenguaje, tan particular y propio, en un recorrido por sus grandes creadores, sus principales géneros, estilos y corrientes que lo nutrieron.
Paulatinamente, la iniciativa creció y desbordó sus límites primeros, al enfrentar las realidades y los planteos ideológicos y axiológicos que el cine como discurso plantea, llegándose al punto de entender que el cine es un arte no sólo por su estética, o su calidad técnica, sino fundamentalmente por resultar expresión de las subjetividades y de los pueblos.
En el contexto de nuestro margen latinoamericano, el cine representa muchas veces el grito que desnuda realidades obscenas, reprimidas, o simplemente menospreciadas. La imagen que denuncia injusticias, la estética que quiebra los patrones de belleza dominantes. El grito que rompe el silencio.
En ese sentido, estación cine ha abordado temáticas y problemas que reflejan la preocupación de los pueblos y sus realidades, tales como la defensa del acuífero guaraní, la justicia, la ancianidad, la lucha de los trabajadores, los derechos humanos y la educación, entre otros.
El cine ha devenido en el disparador de denuncias, de debates, de reflexiones, de polémicas, de aprendizajes. Ha democratizado discusiones, muchas veces elitistas, logrando hacer participar al simple hombre de pueblo, junto con el juez de tribunales, y el alto ejecutivo sobre cuestiones de la cosa pública, que no siempre se ponen en escena, y de un modo como sólo muchos políticos sueñan hacerlo.
El tiempo ha enseñado que este uso instrumental del discurso cinematográfico, lejos de petrificar a los pueblos como meros espectadores, ha despertado sus pasiones, pensamientos e iniciativas. Y si bien es innegable que el cine es en mucho hoy un producto del mercado, sigue siendo igualmente un discurso que lejos de dejar como pasivos espectadores, parece también despertar a los pueblos, como protagonistas de su propia historia.
En el largo camino recorrido estación cine ha logrado hacer de un instrumento artístico como el cine, el disparador de discusiones, de reflexiones, de llantos y de sonrisas, de enfrentamientos y de acercamientos, sobre nuestras realidades, nuestros problemas, nuestras preocupaciones y nuestros valores. El espectador convertido en actor de su destino.